Cuando cualquier persona compra un auto es difícil que conozca todas las partes del mismo o todo lo que necesita el vehículo para funcionar. El anticongelante para auto es uno de los elementos más importantes, pero… ¿sabes de qué se trata?
Hoy te ayudamos a resolver una de las incógnitas que seguro tenés en tu mente hace varios meses y no sabés dónde o cómo solucionarla. Aquí, te enseñamos qué es el anticongelante y por qué debés usarlo.
¿Qué es un anticongelante para auto?
Los anticongelantes son compuestos que se le añaden al motor para que este no se dañe y cumpla con distintas funciones esenciales del automóvil. El anticongelante se vierte en el vaso de expansión, un elemento que se encuentra conectado al radiador que está en la zona superior del motor.
A su vez, el anticongelante es un líquido que se compra. Es decir, no viene añadido al auto sino que vos mismo lo tenés que conseguir, diluirlo y agregarlo al vaso de expansión que es un recipiente que está a la vista.
¿Para qué sirve el anticongelante para el auto?
Ya vimos qué es un anticongelante, pero seguramente se estarán preguntando qué es lo que hace este líquido tan importante para el funcionamiento del vehículo.
Una de las funciones primordiales de este líquido es proteger el motor aumentando el punto de ebullición y bajando el punto de congelación. ¿Esto qué significa? Lo que se quiere decir es que el anticongelante se convierte en una ayuda primordial del motor.
Lo que hace es reducir el estrés del motor al no permitir que el agua se convierta en hielo en diferentes situaciones extremas en donde el clima es extra frío. También, retira el calor que puede modificar o romper los circuitos del motor.
En resumidas cuentas la función del anticongelante es proteger al motor de sufrir roturas en situaciones límites de clima, ya sea frío o calor extremo.
Otra de sus funciones es reducir la corrosión interna del motor. El anticongelante tiene inhibidores de corrosión y compuestos químicos que reducen la corrosión a la hora de suministrar gas o líquidos.
El anticongelante protege a los metales en un sistema de enfriamiento del vehículo. Protege aquellos que son más sujetos a la corrosión como el aluminio, el plomo y el cobre.
Ahora que sabes qué es un anticongelante y por qué es tan importante tenerlo a mano, es tiempo de conocer los tipos de anticongelantes que existen.
Tipos de anticongelantes
Básicamente y a grandes rasgos, existen dos tipos de anticongelantes. El primero es aquel que ya viene diluido, listo para usarse y verter en el motor, mientras que el segundo es aquel que viene totalmente puro y debe diluirse para añadirlo al auto.
Cada vehículo tiene su propio marcador de nivel de temperatura que es el que te marcará si no hay cantidad necesaria de anticongelante. Lo que se recomienda es que el líquido esté en el medio del nivel mínimo y máximo que pide el auto, que también varía según el automóvil.
Como dijimos más arriba cada auto necesitará un anticongelante adecuado a sus necesidades y aquí te enseñamos los distintos líquidos que puedes necesitar.
- Refrigerante anticorrosivo: es un refrigerante que utiliza aditivos para prevenir la corrosión en los elementos del sistema de refrigeración. Aquí hay una regla básica: a mayor concentración de anticorrosivo, mejor cumplirá su función.
- Refrigerante anticongelante: este refrigerante es el más indicado si vives en una zona fría, en donde las temperaturas alcanzan los 0° o menos. Su particularidad es evitar que el motor se congele a esas temperaturas extremas. Los anticongelantes se dividen en tres tipos: orgánico, inorgánico o híbrido.
- Anticongelante orgánico: es el más usado o el más común. Tiene en su poder una gran concentración de etilenglicol y agua destilada, que es la encargada de evitar la corrosión y la suciedad. Es el anticongelante que más duración tiene y es biodegradable, lo que ayuda al medio ambiente y al propio automóvil.
- Anticongelante inorgánico: este anticongelante usa productos como el silicato, que con el tiempo se desgastan y producen averías en el sistema de refrigeración. Otra de sus dificultades es que su tiempo de funcionamiento es mucho más limitado que el orgánico.
- Anticongelante híbrido: en este caso, el híbrido conjuga características de los anticongelantes orgánico e inorgánico como etilenglicol, glicerina y aditivos antiespumantes. También puede contener silicato.
¿Cada cuánto debés cambiar el anticongelante?
Lo primero que les diremos es que cada auto es distinto, tiene distintas necesidades y posee su propio manual de instrucciones que es fundamental para saber qué puede estar pasándole.
Lo recomendable es que el cambio se realice cada, aproximadamente, dos años o cada 40 mil kilómetros. Si se cumplieron esos años o los kilómetros andados, podés cambiarlo vos mismo o llevarlo a un taller mecánico.
Nosotros apostamos a que puedas hacerlo mediante las siguientes instrucciones que te daremos. ¡Es fácil, rápido y económico!
- Asegurate que el motor esté apagado y frío para poder realizar el procedimiento de manera segura.
- Estacioná tu auto en un piso nivelado y con el capó abierto
- Ubicá el depósito de refrigerante y sacá la tapa del radiador
- Si su auto tiene tapón de drenaje, colocá un contenedor debajo del tapón para que drene el líquido antiguo
- Volvé a colocar el tapón de drenaje
- Vertí el anticongelante, previamente mezclado con el agua, hasta que el medidor quede lleno a la mitad entre el nivel mínimo y máximo.
- Encendé el motor y continuá recargando el anticongelante hasta su nivel máximo
- Volvé a poner la tapa del radiador, cerrá bien el depósito del refrigerante y dejá que el motor siga funcionando.
- Deje que se enfríe el motor y luego de unas horas, verificá el depósito de anticongelante. Recargá si es necesario.
¿Qué indican los colores del anticongelante?
Ya sabemos que existen distintos tipos de anticongelante pero ¿qué significan los colores? ¿Es algo importante o podemos elegir el que queramos? ¿Cuáles son sus precios?
Todas estas dudas te las resolvemos ahora, anticipándote que cada color de anticongelante tiene soluciones químicas distintas y diferentes características básicas que debemos saber para elegir el correcto para nuestro auto.
Cada fabricante elige un color especial para cada anticongelante. Es por esto que lo esencial es fijarse en la composición del producto y no tanto en el color. Una manera de saber cuál es el indicado es estudiando cuánta cantidad concentrada de etilenglicol tiene ese anticongelante.
Por lo general, los colores de este producto son el azul, verde, naranja, amarillo o rosado. Así, un anticongelante que tenga 10% de etilenglicol establece que puede ser usado en un rango de temperaturas entre -4° hasta 102°.
Si la concentración es del 25%, este anticongelante funcionará entre los -12,5° y los 103°, mientras que si eliges uno del 50% , que es el nivel máximo de etilenglicol que encontrarás en el mercado, sirve para temperaturas entre los -37° y los 108°.
Una cosa que debemos tener en cuenta antes de comprar cualquier anticongelante es leer el manual de instrucciones del auto para saber cuál es el producto específico para usar como anticongelante.
Un consejo a tener en cuenta es que el anticongelante que uses siempre debe ser el mismo y con las mismas características. Si esto no es posible, no debes mezclar anticongelantes orgánicos con los inorgánicos, ni tampoco mezclar alguno de ellos con uno híbrido.
Si mezclamos diferentes anticongelantes de distinta composición, podemos provocar problemas en el circuito de refrigeración como también averías en el motor. Por ende, lo mejor es siempre comprar el que está indicado en el libro perteneciente al sistema del vehículo.
Si hablamos de precios, podemos encontrar variedad según el fabricante. Por ejemplo, aquellos anticongelantes de un litro en Argentina tienen un rango de precios entre $700 a $1300 que van cambiando según el color y la concentración de etilenglicol que posean.
Puedes encontrarlos en alguna tienda específica de autos o por alguna plataforma online de compras, en donde puedes buscar más variedad de precios, cantidades y colores.
Ahora que ya sabes lo que es el anticongelante, puedes ir a comprar o investigar tranquilo qué es lo que específicamente necesita tu auto. Recordá: todas las partes de un vehículo son importantes. Lo que necesitas es aprender más sobre él y sus necesidades, para evitar roturas de piezas importantes o del auto en general.
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