Tener conocimiento sobre cada una de las herramientas existentes es algo que resulta necesario a la hora de trabajar. De no tener en cuenta a alguna de ellas, posiblemente recurramos a opciones que no son de las más adecuadas para lo que queremos.
En ese sentido, un avellanador es uno de los elementos cuyas funciones son de las más útiles, pero quizás no todos tienen noción alguna al respecto.
¿Tu metal quedó con rebaba? ¿La cabeza de tu tornillo queda sobresalida de la madera? Son de los problemas más frecuentes cuando decidimos llevar a cabo alguna actividad doméstica o profesional.
Si sos una de esas personas que debió afrontar este tipo de inconvenientes y no encontraba solución, en este posteo la encontrarás. Los avellanadores te facilitarán todo. ¡Enterate de qué se tratan!
Qué es un avellanador
Un avellanador es una herramienta de acero que se usa para hacer ángulos en las superficies, de modo que se ensanchan barrenos.
Se destaca que, gracias a su funcionamiento, permite que se esconda la cabeza de los clavos o de los tornillos: quedan debajo o al ras del material.
Este elemento es útil tanto para materiales como el metal como la madera. Funciona como una especie de broca, ya que se necesita de un taladro, aunque con filo o estrías en su punta y, luego, es liso para encastrar en la maquinaria.
Aclaración: con un avellanador no se hace agujeros, sino que se ensanchan los que ya están hechos.
Para qué sirve un avellanador
Entonces, se podría decir que un avellanador sirve para ensanchar agujeros para que permitan introducir bien los clavos o tornillos y que no se vea la cabeza, tanto en metal como en madera.
En algunos casos, sobre todo en los materiales metálicos, suelen quedar “rebabas”, es decir, pequeños pedazos de la superficie en condiciones muy filosas, cuando se emplea una broca.
Cuatro tipos de avellanadores distintos que te ofrecerán resultados óptimos en tus trabajos.
Además de dificultar el ingreso del tornillo o clavo, son peligrosas. Por lo tanto, es ahí cuando llega el funcionamiento del avellanador para solucionar el problema.
Cómo se usa un avellanador
El uso de un avellanador es una tarea muy sencilla, que puede ser llevada a cabo por cualquier persona. No obstante, se deben tener una serie de indicaciones antes de ponerse manos a la obra.
En primer turno, es importante chequear el tamaño de los avellanadores para que el mismo se ajuste a la perfección al agujero realizado previamente con una broca.
Después de que se haya insertado el avellanador en el taladro, se deberá activar la maquinaria mientras el mismo se encuentra en el medio de la perforación hasta que se perfore la profundidad necesaria del clavo o tornillo para que su cabeza quede cubierta.
Cuatro tipos de avellanadores distintos que te ofrecerán resultados óptimos en tus trabajos.
La medida se consigue luego de probar con el tornillo o el clavo en el orificio. Deberás prestar atención a que quede bien apretado y que la cabeza esté por debajo o al ras de la superficie.
También se puede taladrar un poco más al agujero que ya fue avellanado, pero se corre el riesgo de comprometer al material si se lo perfora por demás.
Tipos de avellanador
Ahora que ya tenés noción sobre de qué se tratan los avellanadores, debés saber que hay varios tipos en el mercado. ¿Querés ver cuáles son? ¡Seguí leyendo!
Avellanador cónico
Se trata del modelo más utilizado. Es de acero, tiene forma de cono y ocho ángulos que son iguales. Se usan para ensanchar barrenos.
Sirven para madera y para metal.
Avellanador cilíndrico
A diferencia del anterior, este avellanador tiene forma de espiral. Se emplea para alisar todas las imperfecciones que quedaron después de taladrar los metales y maderas.
Avellanador esférico
Este tipo de avellanador tiene forma de esfera estriada. Se caracteriza por ensanchar los huecos en metales y maderas.
Avellanador Allen
Este avellanador logra resultados óptimos para tornillos con cabeza Allen, por lo que puede ser muy útil, ya que los mismos tienen cualidades muy particulares.
Comprá un avellanador para lograr acabados perfectos
Era más común de lo que parecía, ¿viste? Los avellanadores resultan una herramienta súper práctica cuando terminamos de perforar una madera o un metal. Lejos de agujerear la superficie, estas se encargan de ensanchar los huecos.
Es ideal para cuando no queremos que se vean las cabezas de los clavos o tornillos y también cuando queremos quitar las filosas, desprolijas y peligrosas rebabas que quedan en el metal.
De ese modo, este elemento es muy importante si queremos contar con acabados perfectos. Al no tener uno en tu caja de herramientas, estarás desaprovechándola, ya que posee cualidades excelentes de las cuales podrías recurrir alguna vez.
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