Arandela plana universal de cobre que resiste aceites minerales, grasas y ácidos débiles
Las arandelas de cobre y aluminio son resistentes a la corrosión, adecuadas para una amplia variedad de aplicaciones, excepto en presencia de algunos ácidos fuertes.
Gracias a su resistencia a la corrosión, estas arandelas pueden usarse en diversas aplicaciones industriales y automotrices. La arandela de cobre es resistente hasta +300ºC, mientras que la arandela de aluminio es resistente hasta +200ºC.
Mediante un precalentamiento especial, los anillos de metal en su estructura se vuelven más suaves, permitiendo una mejor adaptación a las irregularidades de las piezas a atornillar bajo presión.
Proporcionan una excelente durabilidad y resistencia a altas temperaturas, asegurando un sellado efectivo y prolongado en diferentes condiciones operativas.
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